Una trillada canción dominicana cuenta la historia de Capullo y Sorullo, un matrimonio de rubios cuyo último hijo les salió de piel oscura. Esto habría sembrado la desconfianza en el padre quien se preguntaba: ¿Es hijo mío el negrito? Haciendo alarde de la certeza que sólo la madre puede tener, Capullo admite al fin algo que superaría las sospechas: de los nueve “el negrito es el único tuyo”.
Sabemos que las características físicas del hijo
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