El dispositivo portátil permitirá hacer rápidamente pruebas de paternidad, identificar infecciones bacterianas y detectar la presencia de transgénicos
Un equipo de investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona ha desarrollado unos nuevos sensores miniaturizados para el análisis de ADN. Los sensores tienen el tamaño y grosor de una uña, y reducen el tiempo de identificación de las cadenas de ADN a tan sólo unos minutos o unas pocas horas, en función de cada caso. Sus aplicaciones van desde la identificación personal y las pruebas de paternidad, hasta la detección de organismos modificados genéticamente en los alimentos, la identificación de cepas bacterianas en infecciones alimentarias, o las pruebas de toxicidad genética de nuevos fármacos. Una vez industrializada su producción, el coste y difusión de estos sensores podría compararse a los de las pruebas de embarazo que hay en las farmacias.