Un dato curioso es que en Chile en muchos casos hay machismo involucrado, ya que los padres suelen dudar más de la paternidad de las hijas que de los hijos.
Justificadas suspicacias o dudas, inseguridades personales o en algunos casos simplemente celos, son algunos de los factores que están detrás de muchas de las consultas sobre paternidad .
Desde que la Ley de Filiación reconoce el uso de las pruebas biológicas como mecanismo para establecer la paternidad, la realización de este tipo de exámenes ha experimentado un importante aumento a nivel nacional, cuestión que se relacionaría con la gran cantidad de situaciones pendientes en este ámbito, que han revasado al gobierno.
Según sostienen las profesionales, generalmente quienes más demandan este servicio son parejas jóvenes que no están casadas y que tienen a su primer hijo, y donde no hay demandas judiciales de por medio, sino que desean resolver el problema en forma privada, pues esencialmente las dudas del hombre, y no la negación de la paternidad, las llevan a someterse al estudio. Por ello, pese a lo que se pueda pensar, en muchos casos los hombres sienten gran frustración cuando no es reconocida la consanguinidad. Cabe señalar además que aquí se hacen muchos estudios con personas adultas que desean saber quién es su padre y también para aclarar sucesiones de herencias o el pago de la pensión alimenticia.
De acuerdo a los exámenes de ADN realizados en este laboratorio, en dos tercios de los casos se ratifica o asigna la paternidad, mientras que en el tercio restante la condición de progenitor queda descartada por el análisis. A juicio de la Prof. Dra. Cifuentes, quien es especialista en genética y bioestadística, estos datos revelan de algún modo que en la mayoría de los casos la mujer sabe quien es el padre de su hijo, o el hombre que viene con dudas sabe si es o no es, habiendo detrás de la consulta más problemas de tipo relacional, sicológicos o de influencias externas. “Si no, debieran excluirse de la paternidad muchos más”, afirma.
La Prof. Dra. Acuña, quien es magíster en estadística, agrega que también en muchos casos hay machismo involucrado, ya que los padres suelen dudar más de la paternidad de las hijas que de los hijos.
Las profesionales pertenecientes al Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biomédicas, explican que los exámenes de ADN permiten dar absoluta tranquilidad sobre la paternidad a quienes consultan, pues la seguridad alcanza el 99,9%.
Actualmente, se utiliza el análisis de STR, que son regiones muy variables del ADN, que en términos simples se analizan a partir de una muestra de sangre de las tres personas involucradas, de las cuales se obtiene el ADN que luego será amplificado. Las muestras se colocan en un gel especial y se exponen a un potencial eléctrico. Con ello los especialistas obtienen un patrón de bandas que pueden asemejarse a un código de barras. La comparación de las bandas correspondientes a la madre, padre e hijo, permite concluir acerca de la paternidad biológica.
Si bien los exámenes que se toman son simultáneos a las personas que consultan, en la interpretación de los resultados se comienza por comparar a la madre y el hijo. “Uno analiza en primer lugar las bandas de ADN del hijo y se observa qué bandas o fragmentos de ADN ese hijo recibió de la madre. Luego, todas las bandas de ADN que ese hijo tiene y que no recibió de la madre, obligatoriamente deben provenir del padre biológico. Esas bandas o fragmentos los buscamos en el padre presunto que estamos analizando. Si todo lo que tiene el hijo está en la madre o en el padre presunto, es confirmado como padre biológico”, explica la Prof. Dr. Cifuentes.